miércoles, 15 de abril de 2009

El éxito del desarrollo infantil temprano

El niño es un ser en desarrollo. Al nacer, independiente de los logros durante los nueve meses de vida intrauterina el bebé no ha completado su dotación de neuronas y cada una de las existentes aún no ha alcanzado el desarrollo dendrítico y sináptico que caracterizará su madurez. Apenas se han desarrollado algunos mecanismos reflejos indispensables para la regulación vegetativa y unos pocos que le permiten una interrelación con la madre y el medio exterior.
A partir de entonces durante largo proceso de interacción entre el crecimiento, la maduración del sistema nervioso y la experiencia el niño en edades tempranas desarrollará una serie de procesos y funciones orgánicas necesarias para la vida. Sin embargo, no todos los niños y niñas llegarán a desarrollar sus capacidades de manera inmediata, ni de igual manera.
La maduración del sistema nervioso central, depende en gran medida, de los estímulos que provienen del medio exterior. Es, a través, de los estímulos adecuados que el niño en el proceso de experiencias diversas va alcanzando el potencial de desarrollo necesario que marca la maduración de los procesos y los sistemas básicos que garantizan el alcance madurativo de las cuatro áreas del desarrollo: motriz, cognoscitiva, lenguaje y social. Yodo éxito del niño dependerá del acompañamiento que le proporcionemos para el logro de su autonomía.
Casi instintivamente, la mente, el padre cuando acuna o acurruca al niño, lo baña, lo cambia de posición, lo voltea, le flexiona y extiende sus extremidades para cambiarle el pañal, por poner algunos ejemplos, le proporciona a su bebé la estimulación que garantiza el desarrollo vestibular y propioceptiva y táctil que necesita para el despliegue gradual de sus aptitudes y capacidades. Si se le facilita al niño variables posibilidades, actividades, ejercicios estimulares teniendo en cuenta la edad y la etapa de desarrollo se generan una serie de competencias que permitirán al niño elaborar estrategias relacionadas con los aprendizajes tempranos.
Si de desarrollo infantil queremos hablar, es importante estar al tanto de las diferentes etapas del desarrollo del niño y propiciar estímulos adecuados que permitan su potencial de desarrollo. Una de las habilidades motrices fundamentales a observar no solo por la escuela o el pediatra, sino por la familia está determinada por la posición cuadrúpeda y el desplazamiento del niño reconocida como gateo.
Las explicaciones son del doctor Orlando Terré, presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial.
Movimientos
El GATEO garantiza en el niño un sinfín de posibilidades que permitirán un desafío en su propio desarrollo.
Desarrollo neuromotriz
  • Conexión de hemisferios cerebrales y sistemas funcionales. El gateo propicia la elaboración de conexiones neurológicas entre los dos hemisferios que garantizan la coordinación
  • Desarrollo del patrón cruzado.
  • Propicia la función neurológica que hace posible el desplazamiento coordinado del cuerpo. (Ejes cruzados: pie izquierdo con brazos izquierdo, pie derecho con brazo derecho).
  • Desarrollo de la oposición cortical del pulgar y la presión palmar. Fortalece la lateralización.
Desarrollo neurosensorial
  • Desarrollo del sistema vestibular, del sistema propioceptiva, coclear y organización especial, orientación corporal e información táctil y de convergencia y coordinación visual.
Desarrollo intelectual

  • Favorece la organización del lenguaje infantil y el área cerebral.
Fuente de documentación: BLOG ESTIMULACIÓN TEMPRANA Y DESARROLLO INFANTIL
Fuente origen de la noticia: HOYDIGITAL

1 comentario:

  1. Hola Trabajo en el seguimiento de prematuros y me interesa mucho el tema
    Gracias
    Diana
    prematuros@hiba.org.ar

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